Reflejos
La uña se avecina en la esquina entrando al boliche
y la garúa, tu única compañía, te aniquila con ira
cuando aquel Gato Negro de reojo te encara
La uña espolvoreada te brinda galopes y miradas
que reunís en la pista de baile, mientras meneas tu corona por el aire
Y tu escabio no es saciado pero seguís a mil
sin guía o sin fin
La taquicardia amenaza con cada up-beat de tu talón
y el rocío de tu epidermis supura tu goce interior
Te perdes por ahí, entre las luces de neón
Sin guía y sin fin, duro seguís