Sujeto Tácito
Estuve pensando y decidí que quiero ser como vos, que sin permiso y hasta soberbio, traspasa cualquier frontera. Sin consultar a nadie, se recorre todos los puntos cardinales, toca las olas, la arena de los desiertos, el poste de luz frente a mi ventana y hasta mis ideas cuando voy cruzando la calle sin percatarme de aquel rojo octagonal.
Así quiero ser, como vos, que hace no sé cuantos kilos de años que levantas y empujas, que te quedas charlando en las esquinas y todas las migas de pan juntas. De repente enloqueces y nos ocultamos. Nos provocas ese frenesí.
Reventar burbujas como vos quisiera y dominar la danza de las cortinas de colores que dan al patio de casa y que en látigos convertís fajando el pavimento. Caprichoso, vas y venís, traes y llevas aromas, suspiros, susurros, bostezos y hasta el canto de la chicharra del baldío de mi infancia.
Como vos quiero, filtrarme sin que mi rostro adviertan, esparcir cenizas, arrasar frenética y sacudir las enredaderas que trepan en el jardín, incrustar las astillas de la hamaca en mi piel mientras toco el azul infinito, enredo mi melena y sucumbo.